home  

zurück



Nomadizar

                                                      Urs Jaeggi

Actualmente, algunos artistas se comprometen más agresivamente con el discurso sobre el por qué y el cómo del arte. Es necesario.
         La estética intenta establecer las reglas del juego (poner signos). Si los participantes son sinceros, quiebran los hechos consumados y los prejuicios, y formulan preguntas.
         Hay evidencias de ello. El arte es lo que es, un edificio artificial. “El arte es sólo una palabra que no corresponde a la realidad” (Heidegger). Una pompa de jabón.
         Mis reflexiones, inclusive si van más allá, giran alrededor de las cosas que Uds. ven en esta exposición.
         Normalmente, en los muros se buscan cuadros aislados o formas sobre pedestales. Aquí el cuadro es la sala. Es espacio es el cuadro.
¿Una instalación?
         Primero el círculo: las instalaciones son instalaciones. El artista instala.
         En mi familia había dos tíos que eran instaladores Hacían y realizaban planos de objetos con un propósito claro: su funcionamiento. Instalaban sistemas de calefacción, algo útil y necesario. En arte, las instalaciones son no funcionales e inútiles. Los instaladores artistas son “descompositores” que buscan el orden en el caos, o bien aumentan el caos.
Construyen.
         Un desvío. Los niños pueden dibujar o pintar bien, a menudo muy bien. En cuanto a las instalaciones basta con echar un ojo a las recámaras de los niños y observar sus vaivenes. Tratan de mover los objetos que tienen ante sí, los deshacen, los organizan. Recámaras como obras en construcción. Lo que los pequeños construyen o producen es con frecuencia irritante para los grandes, pero maravilloso para los pequeños.
E inútil como el arte y a menudo igualmente precioso, deslumbrante o chocante. Se encuentra de todo: la alegría, la inquietud, la armonía y los abismos. ¿Acaso exagero?
         Tocar, intentar descubrir el funcionamiento, deshacer, rehacer, romper, reconstruir, dejar fluir los colores, buscar sonidos y ruidos.
Hacer.
         Las actividades de unos (los artistas) y la curiosidad y la alegría de hacer algo de los niños son similares. ¿Y los resultados?
         Samuel Beckett decía: la pintura no existe, existen solamente los cuadros. Y los cuadros no son salchichas: no son ni buenos ni malos. Todo lo que se podría decir es que detrás del arte de hacer obras de arte existe una absurda y finalmente incomprensible persistencia de producir imágenes. Imágenes que interesan, sorprenden, alegran, irritan y que movilizan o conmueven al espectador.
         Se puede tratar de medir las reacciones, pero eso no explica la obra de arte.
         Se pueden comparar las formas, los colores, la iconología: eso sistematiza los datos pero no explica la obra. El viejo debate sin solución entre lo abstracto y lo concreto, por ejemplo, es una disputa irreal. La obra de arte es abstracta y concreta. Hay diferencias, por supuesto. Y estas diferencias dicen algo, pero eso no ayuda demasiado a explicar las obras, salvo si uno se sumerge en la heurística y busca explicar minuciosamente la obra y el contexto.
         Insistamos: la obra de arte existe porque la consideramos como tal.
¿Quién es ese nosotros?
         Aparte de los espectadores, una alianza de especialistas que surgen de la historia del arte, de la filosofía, etc. y que intentan especificar el fenómeno. Olvidémoslos por el momento, sin perderlos de vista.
Lo quieran o no, dirigen el mercado. Están en contacto directo con los artistas, cómplices del mercado. Éste no concierne solamente al comprador. Las obras de arte son una mercancía. El artista puede negarlo, pero cuando vende, sus obras están en el mercado. Y fuera de él, ¿Qué son?¿A qué reglas se someten?

         Regresamos.
         Las fronteras están abiertas. Se dice que todo es posible. Pero hay guardianes que mantienen y observan las celdas. Y la vida en las celdas está bien organizada. Cada quien conoce a cada cual. Lo más interesante ocurre de todos modos en la fuga y en la frontera. Allí donde las diferentes culturas se cruzan. Y, al interior, donde las disciplinas (arte, poesía,
música, ciencias naturales, filosofía, sociología) se mezclan y quiebran su autorreferencia, deben abrir o eliminar los sistemas cerrados. Afuera, la tormenta puede ser fuerte e inquietante. Tal vez por eso el discurso interdisciplinario, que cada vez se exige más, es tan vulnerable y con frecuencia -contra sus propias palabras- de todos modos desacreditado.
         Por su lado, los artistas están embarcados en discursos abiertos a otras disciplinas, tratan de cooperar con ellas. No siempre con conocimientos suficientes para ir más allá de la estética. Pero, puesto que no tienen un terreno propio y trabajan lo inutil, sus obras siguen siendo frágiles, sin que eso disminuya su importancia. Expresado de un modo un poco patético, lo que aparece más claro aquí es que las obras de arte importantes son un juego con la vida y la muerte. Y es ahí, entre bambalinas, donde aparece la condición humana y surge lo cruel, el miedo, a atrocidad de la vida moderna, pero también la tranquilidad, lo frívolo, lo conmovedor. Que lo inhumano preocupe al artista no es nuevo, pero sí más virulento en un tiempo de crisis fundamentales.
         El arte y la política: la relación esencial no es en primer lugar el compromiso directo. Se pueden pintar flores, árboles, cielos y de todos modos plantearse la pregunta: ¿por qué hacer obras de arte en un mundo sin paz, donde millones de hombres lucha por sobrevivir?
         No hay excusas.
         Murmuro… es maravilloso que en medio del infierno algo resiste y se mantiene como las malas hierbas. Un milagro. Como el amor. Tal vez lo único que nos protege del abandono y del suicidio. Es poco y es mucho a la vez.

Traducido por Graciela Schmilchuk


NGC
El propósito es entablar un diálogo con Urs, alrededor de su megainstalación y ver algunos aspectos de su obra, sobre todo alrededor de estas preocupaciones que él ha manifestado reiteradamente. Si Uds. vieron las fotos de su obra anterior que testimonian de una preocupación constante
inclusive en los títulos: Ciudadanos, Nómades.
Vale la pena decir que Urs es un migrante en muchos sentidos, de la
filosofía y la sociología a las artes plásticas
zurück zu

zurücktexte

zurück

©  Urs Jaeggi  /  Website:  Universes in Universe  &  María Linares