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Contribuciones al foro »Curaduría vs. demagogia participativa« - Columna no. 29

Retransmito la respuesta de la Ministra de Cultura, publicada en El Tiempo del viernes pasado.
J. Roca
(4 de septiembre de 2000)


La Ministra se defiende
(Tomado de El Tiempo, viernes 1 de septiembre)

El dilema de la cultura
No se trata de ignorancia ni de xenofobia ni de chauvinismo, sino que debemos ajustarnos a la realidad económica.
Por Consuelo Araujonoguera

En otras circunstancias seria irrelevante hablar de mi misma, pero dado el giro equivocado que van tomando las cosas, considero necesario que tanto los críticos de mi nombramiento como los contradictores de mi posición actual tengan claro que la Ministra de Cultura de Colombia no es la analfabeta ignorante que algunos pretenden dibujar. El hecho de no haber podido culminar totalmente el bachillerato y acceder a los claustros universitarios, si bien me privo de un titulo académico tal como se lo dije al señor Presidente y al país en su momento, no me ha impedido alcanzar una formación intelectual autodidacta, la cual me ha dado un sólido bagaje cultural, fruto de mi pasión por la lectura, mi afición por el lenguaje y la gramática, la investigación permanente de la historia, los viajes que he realizado a varias partes del mundo y una bien estructurada vocación periodística, desarrollada durante mas de tres décadas ininterrumpidas.

Como resultado de ello están mis trabajos periodísticos - con buen estilo y ortografía impecable - tres libros y varios ensayos publicados, un premio literario del concurso nacional de cuento »Eduardo Cote Lamus«, conferencias, mi trabajo y asistencia en los actos que difunden nuestra cultura. Todo eso me permite entender y asomarmeal mundo con una visión amplia y pluralista no solo de tipo cultural sino humanista.

Pero eso que toca con lo personal, no es lo esencial. Lo que importa y esta sobre el tapete es el dilema cultural que esta planteado en un país que desafortunadamente no dispone de los recursos necesarios y debe escoger entre destinar esos escasos recursos en la promoción de la cultura universal o invertir los mismos en la protección y fomento de las múltiples expresiones culturales de su propia nacionalidad, como lo ordena, además, la misma Ley General de la Cultura. Y en medio de todo esto, me llama mucho la atención que nadie se haya referido a la determinación de este Ministerio de fortalecer y darles un gran apoyo a cinco entidades básicas de nuestra nacionalidad como lo son el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional, el Instituto de Antropología y el Teatro Colon, y en cambio la discusión se haya centrado únicamente en la opera y en el jazz.

Si no hay suficientes recursos para fomentar lo propio, las creaciones del talento colombiano, será justo y equitativo destinar lo poco que hay en importar manifestaciones culturales que, hermosas y respetables como son, no representan lo colombiano en el concierto de la cultura universal y cuya cobertura es para una selecta minoría? En este sentido, las cifras son de una aterradora inequidad, y creo firmemente que debe hacerse lo primero sin que esta actitud se reciba como un veto a lo segundo, como ahora se pretende presentar. Se me dirá que el Gobierno tiene la obligación de buscar los dineros para que el Ministerio de Cultura pueda atender, como es lo deseable, ambas cosas: fomentar la cultura colombiana y a la par seguir patrocinando expresiones culturales de otras latitudes para que nos enriquezcan. Pero en la crisis económica actual esos dineros no es posible conseguirlos en las arcas públicas y la única forma seria creando nuevos gravámenes a los exhaustos bolsillos de los colombianos; y esto ultimo no lo va a hacer un Gobierno responsable y preocupado por resolver la critica situación social del país.

No se trata, pues, ni de ignorancia ni de xenofobia ni de chauvinismo ni de fascismo, como pretenden calificarlos algunos, se trata de que debemos ajustarnos a la realidad económica del Ministerio, privilegiando lo nuestro sobre lo foráneo, para fortalecer el descaecido concepto de Nación que tanta falta nos hace, mientras nos llegan mejores épocas en las cuales lo propio y lo extranjero puedan dialogar en pie de igualdad. El tiempo nos dará la razón.

Consuelo Araujonoguera
Ministra de Cultura

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©  Texto: Consuelo Araujonoguera; Columna de Arena: José Roca

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