|
|
|
Extracto de una entrevista exclusiva con Okwui Enwezor, director artístico de la 2a Bienal de Johannesburgo, el 5 de julio de 1997 (en la fase preparatoria de la Bienal).
Con nuestra próxima Bienal nos hemos propuesto abrir un camino un poco
más heterogéneo en términos de cómo referirnos
a ideas y cuestiones esenciales en un período que es para mí de
vital importancia, confrontados históricamente con la modernidad. Pienso
que realizar una bienal o una exposición de esta magnitud requiere de
un marco de pensamiento crítico que debe ser revisado constantemente.
Entre otras cosas hemos querido evitar la situación de establecer una
especie de relación fetichista entre la audiencia y el objeto de arte.
Además los tonos nacionalistas abiertamente violentos que han surgido
alrededor del mundo hacen problemático el privilegiar cuestiones o ideas
de representación nacional. Por lo general, los curadores o directores
artísticos siempre tienden a recurrir al viejo modelo de ser ellos autores,
por así decir. Para quebrar esa posición, ese hábito por
el cual no dejamos que ideas y procesos se compliquen, decidimos que Johannesburg
podría ofrecer un diferente tipo de forum. Invitamos a 6 curadores de
distintas partes del mundo y mi sola restricción fue que su proyecto
respectivo no debía estar basado en términos de nacionalidad
y que debían trascender su propia proclividad territorial. Así es
que invité a Gerardo Mosquera, de Cuba, Hou Hanru de China que vive
en París, Yu Yeon Kim, que alterna entre Seoul y Nueva York, Octavio
Zaya, de España, que vive en Nueva York y que ha trabajado intensamente
con artistas de Europa, África y América Latina, Kellie Jones
de los EE.UU. y Colin Richards de Sudáfrica.
Con respecto a "Alternating Currents" que preparo con Octavio Zaya,
el principal objetivo es analizar de cerca cuestiones que surgen de términos
que yo considero muy problemáticos como postcolonialismo, multiculturalismo,
globalización, especialmente cómo las subjetividades locales
friccionan en contra de esos discursos sin resolverlos, sin terminar absorbidos
por aquellas cuestiones en particular. Hemos querido tratar cuestiones relacionadas
con la transgresión de límites pero no en el sentido clásico
de una celebración de lo híbrido. Quisimos ver si la gente realmente
cruza esos límites, como siempre creímos que lo hacía.
Queremos explorar realmente, qué rol juega o cuál es la situación
de ser un ciudadano en el contexto particular de los cambios que están
ocurriendo en diversos paisajes políticos. Queremos examinar al sujeto
nacional soberano y cómo está constituido alrededor de la idea
misma de nación. Queremos examinar la cuestión de la violencia
de corte nacionalista. No nos interesa tanto cómo estas cuestiones están
determinadas en sí mismas sino cómo fluyen y se entrelazan, produciendo
a menudo desfiguraciones bien legibles. Creo que lo más importante en
relación a "Alternating Currents" es cómo asume, que
en un contexto de globalización haya nuevas temporalidades que entran
en nuestro marco de pensamiento y cómo éstas son tenidas en cuenta.
En relación al concepto general de la Bienal nos hemos preguntado si
en la presente situación en la que vivmos, las bienales debían
estar institucionalmente limitadas. Concluímos de que no, y es así que
quisimos extender el diálogo más allá de los confines
de la institución. Por lo tanto, si bien por ejemplo en el caso de "Alternating
Currents", la exposición tiene alrededor de 80 artistas, 20% de
ellos actuarán fuera del espacio de exposición. Varios artistas
nos han hecho proposiciones que involucran a toda la ciudad como sitio discursivo
para hacer obra, con intervenciones, posters o incluso hasta con jardines.
También es el caso de Hou Hanru, que construirá una red de video
intercomunicando diferentes lugares de la ciudad. Vale decir, que habrá un
gran número de obras muy lejos del núcleo de la Bienal pero no
obstante, estableciendo una relación entre ese sitio particular, supuestamente
no artístico y la posición institucional.
Cuál es mi opinión sobre la documenta de Kassel? La actual documenta
es una exposición difícil de querer, pero es una muestra hecha
con mucha seriedad, que no hace concesiones entre el público y las obras
o en jugar a favor de los mecanismos o expectativas del mercado del arte.
Hecha esta aclaración le diría que nosotros en Johannesburgo
tenemos otras prioridades, que obviamente no coinciden con las de una muestra
como la documenta. Si bien C.D. ha hecho un enorme esfuerzo en quebrar la relación
incestuosa entre mercado, galeristas, instituiciones, etc., el evento no deja
de ser asombrosamente "occidental" y con ello no utilizo un calificativo
derogativo sino que me refiero a una práctica espacial particular de
esta región.
Desde mi propio punto de vista sería para mi demasiado ingenuo, el
viajar a la China por un par de semanas y volver diciendo que lo único
que la gente allí realiza correctamente es escribir poesia. Es por ello
que para la Bienal de Johannesburgo hemos invitado una serie de pensadores
y curadores que tienen la habilidad de posicionar al más alto nivel,
cuestionamientos culturales que no son siempre evidentes para muchos de nosotros
que provenimos de un contexto político, económico y cultural
muy diferente. He querido ver, como estos curadores, a quienes respeto inmensamente,
desfían mi posición. Esta es la forma en que hemos propuesto
encarar este tema, diciendo: Miren, cooperación es una gran cosa, porque
es la forma en que aprendemos y tendemos puentes hacia formas de conocimiento
que no son parte de nuestras tradiciones.
Insisto en que C.D. ha hecho una documenta maravillosa. Si uno ha visto documentas
anteriores o los catálogos esta es un poco diferente. Veremos qué es
lo que resulta al final. Admiro la idea de los 100 Días / 100 Huéspedes
porque lo que está diciendo es que es posible que muestras como ésta
sucedan a la par de modelos de pensamiento crítico sin que estos últimos
se vuelvan subsidiarios de ellas. C.D. propone diferentes alternativas de acercamiento.
Si por ejemplo a uno no le gusta la exposición puede asistir a las conferencias,
si no le agrada eso puede leer el libro de la documenta, ya sabe, "La
Biblia", si no le gusta la biblia puede navegar el Internet...
Son diferentes formas de acceder a su discurso. Pero nosotros en Johannesburgo
no queremos sólo que la gente acceda al discurso si no más bien,
que lo amplíe...
|
|
|
